Presentan memorias de guerra y dignidad

El 24 de julio de 2013, fue entregado al Presidente y al País un informe producto de seis años de investigación de la guerra y recuperación de las memorias de las víctimas en Colombia. • Este documento es un aporte a la comprensión del origen, la magnitud y las transformaciones de la guerra en Colombia. ¿Por qué nos matamos desde hace tantos años?  • 220.000 asesinados, 1.982 masacres registradas, más de 25.000 desaparecidos y 4.744.046 desplazados, son apenas algunas de las cifras recopiladas que dan cuenta de la magnitud de la barbarie que ha vivido Colombia. 220.000 colombianos han muerto a causa de la guerra desde 1958 hasta 2012, 177.307 de ellos eran población civil. Estas cifras aún no se cierran. Como lo explica Martha Nubia Bello, coordinadora del Informe General: “Uno de los objetivos principales de los actores armados es el de invisibilizar. Que no se vea, que no se noten los muertos. Por eso jamás sabremos cuántos muertos ha dejado la guerra”. Es la misma razón por la cual 25.007 colombianos están desaparecidos y sus padres, hermanos, esposos, hijos y amigos no saben nada de su paradero. Ya que esta ha sido una guerra para silenciar, presentarle al País un informe que recoge las experiencias de cientos de víctimas, las cifras más contundentes sobre el conflicto desde 1958 e interpretaciones a partir de seis años de investigación, es un pedazo de batalla que gana la memoria histórica en Colombia. El triunfo se dará cuando un grueso de la sociedad lo conozca y se apropie de sus páginas. La entrega y presentación pública de este informe responde al cumplimiento del artículo 51 de la Ley 975 de 2005, ratificado y prorrogado en el Decreto 4158 de 2011 los cuales hacen responsable al Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) -antes Grupo de Memoria Histórica- de entregar al País un documento que aporte a la comprensión del origen, la magnitud y las transformaciones del conflicto armado. Para cumplir con este mandato el CNMH optó por profundizar en 21 casos emblemáticos y temáticos del conflicto. En ellos, informes publicados desde el 2007, se abordaron las masacres de Trujillo, Valle; El Salado, Bolívar; Bahía Portete, Guajira; Bojayá, Chocó; El Tigre y El Placer, Putumayo; entre tantas otras que se entienden como hitos representativos de las 1.982 masacres cometidas por grupos paramilitares, guerrillas y miembros de la Fuerza Pública desde 1980 hasta el 2012. Hoy, cuando el CNMH presenta este informe al Presidente, 38 víctimas de diferentes regiones del país que participaron con sus memorias en las investigaciones anteriormente publicadas, nos acompañan y reciben de manos de Gonzalo Sánchez Gómez, director del CNMH, este libro que para ellos simboliza un espaldarazo en su lucha constante por no olvidar a sus muertos, secuestrados y desaparecidos; y por resistir a la violencia que aún los agobia día tras días en las regiones. En sus memorias, cargadas de lecciones para millones de miembros de nuestra sociedad que jamás se han visto impactados por la guerra, están las voces de los más de 4 millones de desplazados desde 1996, la de los 27.023 secuestrados desde 1970; las voces de los1.190 indígenas asesinados entre 1996 y 2009; las de las 1.431 mujeres víctimas de violencia sexual; las voces de los 951 niños, niñas y adolescentes huérfanos a causa del conflicto; las de los 1.487 funcionarios de la Justicia victimizados, y las de nuestra sociedad dolida y cohibida por esta guerra. “Si el dolor no nos une, entonces ¿Qué nos puede unir? Con el cuerpo de mi hija entre las manos, le prometí y le pedí que me diera fortaleza para ayudar a otras personas a que recuperen la tranquilidad y puedan resolver ese interrogante tan grande, que es saber dónde están los seres queridos”: Pastora Mira, San Carlos Antioquia.

ESTRUCTURA DEL INFORME  ¡Basta ya! Colombia: memorias de guerra y dignidad, es un extenso informe de 431 páginas, dividido en seis capítulos. Capítulo I: Una guerra prolongada y degradada. Dimensiones y modalidades de la violencia, nos da cuenta de la magnitud de conflicto, responde a las preguntas: ¿Qué ha pasado en el País? ¿Quiénes son los actores en disputa? ¿Cuáles han sido sus prácticas de guerra? y ¿Cómo se ha visto afectada la población? Este capítulo presenta las cifras del horror. Capítulo II: Los orígenes, las dinámicas y el crecimiento del conflicto armado, es el capítulo que interpreta las cifras del anterior. Propone una lectura analítica del conflicto, exponiendo sus transformaciones y los ejes que la han dinamizado para hacerla sostenible durante tantos años. Capítulo III: Guerra y Justicia en la sociedad colombiana, propone un análisis de la relación entre guerra y justicia. Pone de presente la existencia en Colombia de un aparato judicial que, aunque se ha visto fuertemente impactado por la guerra, también ha sido permeado y rebasado por la misma al punto de llegar a ser, en algunos momentos, cómplice y partícipe. Capítulo IV: Los impactos y los daños causados por el conflicto armado en Colombia, da cuenta de las estrategias inhumanas y horripilantes como los actores armados han masacrado y humillado a millones de personas en total indefensión. Propone unas reflexiones y explicaciones sobre los daños emocionales y psicológicos, sociales, políticos y culturales que cada una de las formas de victimización ha dejado para siempre en las víctimas y en general en la sociedad colombiana. “Yo no me animo a reírme ni a bailar ni a estar contenta.¿Cómo uno puede hacer esas cosas después de lo que pasó?”: Mujer del Caribe Colombiano. Capítulo V: Memorias: la voz de los sobrevivientes es un recorrido por los casos documentados en regiones que enseña cómo recuerdan las víctimas lo sucedido. Es un relato que más allá del horror da cuenta de las iniciativas de paz, de la movilización y las estrategias que miles de colombianos han empleado para enfrentar el horror, elaborar el dolor, resistir a la violencia y para que la sociedad no olvide. Capítulo VI: Recomendaciones, es una series de propuestas de políticas públicas que el Centro pone sobre la mesa para la superación de la guerra y la construcción de una paz estable y duradera.