Por Albeiro Páez.
A seis días del nuevo
mandato de Santos II, son más las decepciones que las esperanzas para los Norte
santandereanos, como van las cosas a nuestro departamento no hay “SANTOS “que lo salve.
Y es que en la última semana la escalada terrorista
del que ha sido blanco Norte de Santander nos lleva a recordar la película “
Volver al futuro“, pero al contrario, para quienes habitamos en esta región
sería regresar al pasado. Como lo vivíamos en la década pasada con secuestros,
tomas guerrilleras, pescas milagrosas, atentados contra oleoductos entre otras
situaciones que nos llenaban de temor, zozobra y desconsuelo. Esa parece ser la
nueva constante.
Muestra de ello, los cinco automotores incinerados
a tempranas horas de hoy miércoles en el sitio conocido como Pavés, a unos 12
kilómetros del casco urbano del municipio de Abrego, entre los automotores
incinerados y uno más hurtado, al parecer por una comisión de FARC, ELN y EPL,
se encuentran tracto mulas y automóviles que transitaban entre Ocaña y Cúcuta.
Otro de los hechos que nos han sacudido en menos de
24 horas es el ataque contra una patrulla del ejército que custodiaba un
helicóptero de valores en el municipio de Teorama, allí murieron dos uniformados
y un vigilante de la empresa que transportaba el dinero.
Como si fuera poco los ataques contra el oleoducto
caño limón Coveñas en el Catatumbo y varios pozos en Tibú rebosó la copa,
llevando a la Estatal petrolera ECOPETROL a suspender sus operaciones en esta
zona del país.
Esto en tan solo seis días, sin registrar otros
hechos ocurridos el mes anterior como la quema de tracto mulas en el sitio la
Curva y hostigamientos en municipios como Teorama, San Calixto, Convención y
Hacarí, situación que no vivíamos desde hace 10 años, pero que hoy se ha
convertido en el pan de cada día.
La verdad hemos crecido, pero en inseguridad, de
que nos sirven puentes, viaductos y vías pavimentadas si ya no podemos
transitarlos con tranquilidad, ni si quiera para ser competitivos
comercialmente pues nos falta muchas políticas económicas para construir un
departamento viable y sostenible.
Por el momento los Nortesantandereanos ya no
sabemos a qué “santo“ encomendarnos, ya que el “SANTOS“ de la PAZ no intercede
por nosotros, ahora sólo nos queda rogar para que el “CRISTO“ no sea de
espaldas a la realidad que vive su departamento.
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