La
Gobernación de Norte de Santander a través del Consejo Departamental para la
Gestión del Riesgo de Desastres (CDGRD) y Colombia Humanitaria sigue uniendo
esfuerzos, mediante la estrategia Común Unidad, que busca la recuperación de
medios de vida de la población afectada, por la emergencia del Fenómeno de la Niña
2010-2011.
El objetivo de la puesta en
marcha de esta iniciativa es brindar capacitaciones, el fortalecimiento a las
organizaciones productivas, suministros y actividades necesarias para que la
gente pueda ganarse la vida.
Para tal fin, la Administración
Departamental y Colombia Humanitaria, tienen previsto realizar el lanzamiento
oficial del programa Reactivación Económica de la Asociación de Mujeres
Fabricantes de Calzado (ASMUFAC), Asociación de Despulpadores de Fruta del
municipio de Ragonvalia (COAGRONVALIA) y un fondo para apoyar unidades
productivas de las familias de Gramalote, el día 10 de mayo en las
instalaciones del Instituto Técnico Agrícola de Gramalote -vereda Miraflores.
El evento contará con la
participación del gobernador, Edgar Díaz Contreras; el gerente de Colombia
Humanitaria, Roberto Zapata Báez; la coordinadora del CDGRD, Norela Arenas
Valencia; la fundación social JJPITA, como socio territorial; funcionarios del
Fondo de Adaptación; participantes del proyecto y los alcaldes de Gramalote y
Ragonvalia.
Los recursos destinados para este
propósito se manejarán a través de un
convenio suscrito entre Colombia Humanitaria y la fundación J.J.PITA,
beneficiando a 300 familias, en el
mejoramiento de los procesos, plantas productivas y la consolidación de
proyectos.
“Dar continuidad a los procesos
que se han venido adelantando desde la Gobernación y las alcaldías de Gramalote
y Ragonvalia en cuanto a la atención de las familias damnificadas desde el
inicio de la pasada emergencia 2010-2011”, dijo Arenas Valencia, coordinadora
del CDGRD.
Señaló, que el convenio tiene una
duración de 9 meses en donde las familias beneficiadas obtendrán el
fortalecimiento de sus medianas y pequeñas empresas, la generación de una
cultura de participación y trabajo organizado, viéndose de esta manera como
ejemplo para replicarlo en otros municipios y con un mayor número de familias.
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